Disfrutar de la gastronomía es uno de los placeres naturales más exitosos del mundo. Por esta razón mezclar sabores y texturas es uno de los regalos que podemos hacerle a nuestro paladar diariamente. La fusión de los aromas y el carácter de cada alimento en nuestra boca puede conseguir transportarnos a cualquier lugar del mundo. Dicho esto, vamos a ofreceros una manera muy característica de aderezar nuestro aceite de oliva virgen extra y darle un toque ardiente consiguiendo un aceite picante perfecto para condimentar cualquier plato.
Esta manera de sazonar el AOVE es propia de la cultura mexicana. Sus comidas se califican por sus colores, sabores fuertes, con personalidad y sobre todo ardientes. Ya que uno de sus puntos fundamentales en cualquier receta es el toque de picante.
¿Por qué hacer aceite de oliva picante?
Uno de los consejos más importantes para conseguir que nuestro aceite picante casero sea de calidad es que el ingrediente principal sea AOVE. Este alimento aporta grandes beneficios saludables, siendo un magnifico antioxidante natural, rico en vitamina E, y ácido oleico. Un buen aceite de oliva virgen extra nos ayuda a prevenir el envejecimiento y regular nuestro sistema nervioso, reduciendo la hipertensión. Con estas razones queda claro por qué elegir un buen aceite es fundamental para cualquier receta.
Este mejunje aporta unos valores muy positivos ya que el ajo y las guindillas son un potente antiinflamatorio e incrementa las defensas de nuestro organismo. Sin duda el combo de aceite de oliva virgen extra y guindillas picantes es una joyita para nuestro cuerpo.
Dicho todos lo beneficios saludables que genera esta mezcla, sólo queda elogiar el intenso sabor y el profundo aroma que produce en el paladar. Indiscutiblemente es una sensación que embauca a todo entusiasta de este tipo de sapidez.
Cómo hacer aceite picante
Una vez tenemos nuestro Aceite de oliva virgen extra preparado, necesitaremos un frasco de vidrio mejor que de plástico puesto que concentra más el sabor. También debemos conseguir guindillas, cayenas, chiles, ajís para darle el toque final picante y dientes de ajo.
Cuando todos nuestros ingredientes están dispuestos en nuestra cocina, procedemos a la elaboración del aceite picante casero. Son unos pasos muy sencillos en los que sería recomendable hacerlos con guantes para evitar disgustos (cuando manipuléis las guindillas, tus manos quedan prendadas de su picazón, y si por despiste te tocas los ojos, estaréis un rato llorando y con escozor, nada grave pero muy desagradable).
En primer lugar, abrimos las guindillas por la mitad (el número de estas dependerá del grado de picor que se desee) para un sabor intenso y suave le podemos echar unas cuatro/cinco para 300 mL de aceite de oliva virgen extra. A continuación, las introducimos en el frasco.
Después, pelamos dos o tres dientes de ajo y los partimos en cuatro trozos, y de nuevo los introducimos en el frasco.
Para concluir, añadimos el AOVE y los movemos con cuidado para que se reparta un poco el aroma de las guindillas y los ajos. Y por último, ya solo queda dejarlo macerar durante varios días en un lugar seco y oscuro. y ¡listo! Ya sabemos como hacer aceite picante con guindilla.
¿Para qué utilizar el aceite de oliva picante?
Su uso es el de condimentar cualquier comida para darle ese toque especial y un regustillo ardiente. Se utiliza sobre todo para aderezar con aceite picante pizza, para aliñar tostadas o ensaladas. Pero cualquier amante del picante puede utilizarlo en todas las comidas, puesto que su aroma y sabor es muy adictivo.
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